Caminando caminos del Sol, el día que quise aprender. Quise aprender el resultado de salirse del error, el molesto dolor. Respiraba el viento entrando a mis fauces reconectándo el espíritu. El cuerpo, relajaba el pánico, se inundó de luz.
Los ojos cerrados. El paso sereno. El tibio abrazo de un día amarillo. Los sonidos ambientales endulzando todo por doquier. El brillo, jamás lo olvidaré -Pensé.
Y al siguiente paso de exhalación, me ví, sentí, comprendí y le sonreí a ese Sol. Le agradecí por haberme hecho entrega de la calma, del afecto, de las posibilidades... El día amarillo del Invierno mas raro, de Padres Santos, de Madres Creciendo, de Pesos Soltados, de Vientos Cálidos Transformadores del Amor.
Porque ahí está la Respuesta.